El secreto más oscuro de Sara Carbonero al descubierto

"Le habría perdonado hasta que se liara con Guti pero ésto que me ha hecho no se lo deseo a nadie" Estas fueron las palabras, que entre sollozos, pronunció Iker Casillas al finalizar el partido entre el Real Madrid y el Lepe United en contestación a las preguntas de los periodistas deportivos respecto a su ruptura la semana pasada con la periodista Sara Carbonero.

Los hechos se remontan al pasado domingo cuando Iker y Sara disfrutaban de una agradable sobremesa en casa de la abuela de este. Resultó que Sara en venganza por los 14 albumes de fotos que la familia del capitan de la selección le había hecho ver de Iker en la bañera de bebé, Iker en IKEA, Iker con su segunda novia...uy esa no la mires...

Vamos que Sara Carbonero se había llevado un par de albumes a casa de doña Nicasia para que todos vieran lo monina que era con coletas. Siempre se arrepentirá de haber tomado esa decisión. La tragedia estaba a la vuelta de unas páginas, en concreto detras de las fotos de Sarita con la piruleta y tirando al perro del rabo.

Iker fue el primero en ver caer el trozo de cartulina plastificada y, como no podía ser menos, detuvo aquel documento...sus ojos se abrieron en un gesto de sorpresa y dolor y su expresión rápidamente mudo en una de profunda amargura. Doña Nicasia se cubrió el rostro con ambas manos, aquello era demasiado para su anciano corazón.

Iker miró a Sara interrogante, ella bajaba la cabeza avergonzada y rompía a llorar sabiendo que aquel papel traía irremisiblemente el final de su relación con el guardamenta favorito de cualquier suegra en potencia.

¡¡DE DÓNDE HA SALIDO ESTE CARNET DEL ATLÉTICO DE MADRID grito poseído Iker...Esta de aquí eres tú Sara!!

Luego llegaron las escusas de ella: que si era muy joven todavía, que estaba borracha y una peña de albacete la engañó haciéndole firmar, que pensaba que era la tarjeta del Carrefour...y al final que si el Atleti no le daba los mismos orgasmos que él...Futiles intentos por conservar lo irrecuperable.

La abuela trataba de consolar a Iker quien solo acertaba a decir "pues yo ahora casi que me cambio de sexo, total ya estoy harto de tías buenas..."

Y es que todos tenemos un pasado.

Por cierto Iker y Sara, que es todo de broma...espero
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